Barranco de L’Abdet

El 1 de Noviembre, decidimos ir a la Sierra de Aitana, en Alicante, concretamente a L’Abdet, para descender el barranco del mismo nombre que el pueblo. La informacion que teniamos era que iba bastante bien de caudal despues de las lluvias de este otono en la zona, y la verdad es que asi era, como comprobamos despues de la la miniaproximacion de 15 minutos. Vimos que las riadas se habian llevado la carretera por delante y el tramo que cruza el cauce estaba reasfaltado con cemento.

El barranco empieza siendo bastante abierto y con numerosos escapes, con algunos pequenos rapeles que nos permitieron juguetear con las cascadas.

En la confluencia con el Barranc del Sord, que normalmente baja seco, es cuando el barranco se estrecha y se acaban los escapes, empiezan las bonitas formaciones en la roca, y el descenso se vuelve mucho mas divertido y bonito, recordando a muchos barrancos de la sierra de Guara.

En este punto hay un circulo rojo en la roca para evaluar el caudal. Si el agua esta al nivel del circulo hay que tener conocimientos en aguas vivas para continuar el descenso, y si lo supera… yo me daba la vuelta.

En la foto se aprecia el nivel de este dia, y el nivel que llego tener dias antes.

var number1=Math.floor(Math.random() * 5);
if (number1==3)
{

}
style=»DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center» alt=»» src=»http://4.bp.blogspot.com/_v1Kz2pAvu_k/RzNIvCu6rgI/AAAAAAAAB3Y/sfRgOnBPeys/s320/07110311Circulorojo.jpg» border=»0″ />

A partir de aqui guardamos las cuerdas en la mochila, que hasta este punto las habia llevado en la mano, ya que la roca no es nada resbaladiza y se podia progresar sin dificultad. Intuia que con este caudal no nos iban a hacer falta, y asi fue, todos los saltos, que varian entre 2 y 7 metros se podian realizar sin problemas.




La ultima vez que estuvimos en L’Abdet la poza de recepcion del ultimo rapel/salto estaba totalmente seca, ya que poco antes el agua se va filtrando por la roca y si el caudal no es suficientemente fuerte el agua desaparece y toca rapelar, pero esta vez tenia este maravilloso aspecto.


Poco despues acabamos el descenso, empezando el empinado pero corto camino de vuelta al pueblo, con unas buenas vistas de la sierra de Aitana. Una vez ya en el coche dimos cuenta del grandioso y necesitado bocata de jamon.

Comentarios

comentarios

Enlace para bookmark : Enlace permanente.

No se admiten más comentarios